lunes, 30 de abril de 2012

Aquarunning en Sierra Nevada

Con este mensaje, nuestro presi Emilio, nos plantea su propuesta de trail para el sábado 28 de abril: "Subir en el bus desde Granada-Hoya de la Mora, bajada por las pistas calentando, circuito de Fuente Alta unos 4-5 kms; Cruce de la carretera, bajada de un cortafuegos que algunos ya conocéis; y cogida de la senda que nos lleva hasta el convento de San Jerónimo, Diéchar, Central de la Vega, Los Cahorros, Monachil, Los Neveros, Ruta del Colesterol, Palacio de congresos. No sé, cuanto sale, pero rondando los 35 kms, en tendencia de bajada siempre. Pasamos de 2.500 m a 740 m de GR, vamos que está chupao. Único malo:una predicción meteorológica infernal, mucha lluvia, posible nevada".

Tal y como decía la predicción meteorológica, el día amanece con lluvia intensa, en realidad no ha parado de llover en toda la noche. Ni me planteo quedarme en la cama, pienso que si la salida se anula ya me llamarán para avisarme, yo no seré quien me raje. Habíamos quedado para ir en coche hasta la estación así que pasó a bucarme Erleon y nos encontraríamos con Emilio y Manuel un poco más abajo. Allí estabamos los cuatro, parece que la lluvia no nos iba a parar... Una vez en la estación se unió Vanesa, los 5 magníficos. Por el camino llovía tanto que desde la ventana parecía que estábamos en un acuario.

Nos bajamos en la parada del albergue universitario y entramos para colocarnos bien el material para evitar mojarnos en la medida de lo posible. El tiempo estaba chungo pero mi cara de felicidad y la de Emilio no se me olvidará nunca. Yo creo que estábamos como niños en una aventura.
Hay una frase que tengo clavada en mi mente, que forma parte de ese ideario colectivo recurrente, muy pronunciada en mi seno familiar, que no puedo evitar evocar "Para bajar todos los santos ayudan". Pues va a ser que no. Al menos no cuando hablamos de bajar de 2500m punto de salida Hoya de la Mora (Sierra Nevada) durante 26 kms hasta los 700m de Huetor Vega por cortafuegos, senderos, trochas, sube-bajas constantes y con condiciones climáticas adversas. Esta ruta es preciosa y un poco "parte-piernas". En montaña no hay bajadas puras, siempre aparece por sorpresa un repecho que subir,  o varios. Y los cortafuegos ya se saben como son, las piernas trabajan mucho. De hecho ahora que estoy escribiendo esto tengo agujetas en las piernas que me hacen andar cual robocop.
Perfil ruta
Perfil
 Supongo que si hubiera hecho otro tiempo, con sol y calor la experiencia hubiera sido totalmente diferente. Misma montaña, diferentes sensaciones. Cada una tiene su encanto, en esta ocasión no me costó disfrutar. Tenía ganas de correr, muchas ganas de hacerlo en buena compañía, más ganas aún de hacerlo en la intimidad de una salida entre amigos. Y bueno, la lluvia, digamos que a parte de casi salirnos branquias, para mí mejoró el trail. Paró de llover cuando llegamos a Monachil, es decir estuvimos 4 horas bajo lluvia y a menos de media hora del final, paró. 
Me auto-proclamé fotógrafa del grupo así que pude hacer un reportaje gráfico de la salida hasta que mi móvil "murió" ahogado. Sin duda, la belleza de la ruta incluso bajo agua, es ESPECTACULAR.
Bajando por La Maribel
Pasando por cañones

Granizando


Cual cabras






Corriendo felices

Hidratándonos




















Bosque nevado





Runners en la niebla
¿Por dónde va el camino?
Marco de fotos natural
Gesto obsceno de la roca
Y aquí un pequeño vídeo:



lunes, 23 de abril de 2012

Corre-drogo-dependientes

Hace tiempo que no metía un post en el blog, pues me había buscado algunos “negros”, para que lo hicieran por mí, pero a pesar de estar fundido, estoy volviéndo a encontrarme en lo más básico de mí, y cada vez tengo algo más claro: estoy “enganchao”. He tenido mono, he tenido momentos de altísimo delírio, de subidón-subidón, de arrastrarme y he llegar a ser un sumiso.

Se puede decir como deseemos, se puede decir con palabras mas o menos técnicas, pero quien corre trail es un corre-dependiente; un correadicto: vamos dicho en “roman paladi” un drogata del trail.

Hay quien solo puede tomar alcohol nada más levantarse, o ir rápidamente a jugar a las maquinitas, pero también los hay que se levantan se pegan una buena comilona de reservas de hidratos, o de huevos fritos, y se van al monte con las cabras.



Pero ¿cómo hemos llegado a esta situación?, ¿Qué hemos hecho mal para ello?
Todos sabemos que si haces un esfuerzo físico elevado, tu cuerpo se cansa, (que contaros), y por tanto te da un toque de atención, diciendo: “compradre, dame un descansito”, que no solo de trabajo vive el hombre. El hombre nació para estar de pie o tumbado, pero no para correr. Para eso se crearon los guepardos, los galgos y las gacelas.

Pero te pones a correr, y te dices: “joder lo que hago andando en 1 hora, lo hago corriendo en 20 minutos”. O sea, le empiezas a encontrar algo "el tranquillo" que te atrae, pero al mismo tiempo te atrapa; y ya tu libertad no es tuya. Te acabas de pasar al lado oscuro, ese en el que ya no eres tú, eres el que solo vive para correr; el que solo sale para ir a Bikila, al Sprinter, o al Decathlon; si coges el ordenador, no le preguntes que está haciendo: está viendo webs de carreras; está en foros de carreras o de fondistas; y en el Facebook solo comparte cosas con gente que corre. Por tanto es un Yonki del correr y además se le nota. Se le salen las orejas y se le afila la nariz.

Como dije en un post en junio del 2010, titulado Chamonitix: Nueva pandemia, aquí está naciendo un síndrome que es nuevo, es doloroso, tiene efectos secundarios a largo plazo y sobre todo es muy, muy contagioso.

Eso de mirar las montañas, para ver por donde es más jodido subir, es una total realidad; y eso de solo salir con gente que solo habla de aquella o tal carrera, también. Luego en el Facebook, nos desbocamos y sale lo peor de nosotros. Todos nuestros miedos a lo desconocido: y preguntamos a una y a otro; salen nuestras dudas, y leemos y leemos para informarnos de cual o tal material; pero sobre todo, hablamos y hablamos: como los alcohólicos en sus momentos álgidos, no paran, no paran y además lo hacemos con cualquiera que lleve unas mallas puestas o tenga pinta de ser un buen confidente, de “correrías”.

Hasta nuestra pareja empieza a notar cosas raras, porque incluso cuando pide ir de tiendas, no le pones ningún obstáculo, porque sabes que pasarás por tal tienda de deportes, y en medio del paseo le dices, jolín, mira que casualidad, estas son las zapatillas que ví en una página tal y me gustaron. Es decir, como cualquier drogata, eres adicto a la ropa deportiva como al correr, o sea, ya eres multidependiente, y además has empezado a mentir a tus seres más queridos. Económicamente las cosas, igualmente cambian, pues te lo gastas todo en zapatillas, en camisetas, en inscripciones para carreras, en viajes, en geles, en lo que sea, pero, del temita.

Incluso, ya te apuntas a un Club, esto ya es la bomba, para estar completamente abducido, y para hacer terapia de grupo, pero que te engancha mucho más.
Lo peor de la droga es que cuanto más la pruebas más te gusta, o al menos eso te dicen, y vas teniendo etapas: o sea pasas del porrillo a algo más duro.
Pues el correr es lo mismo: pasas de salir a perder unos kilillos por el parque; a correr por montaña; a plantearte a correr un 100 kms; o incluso ya los muy enganchaos y sin remedio a correr un ultra por montaña. O sea, son ultra-adictos.
Creo que tu túnel empieza a no tener salida, el fondo está todo oscuro, y estás metido hasta el tuétano.

Pero llega el día ese en que te das cuenta, porque todo el día de antes has planeado salir solo a correr por el monte, tienes el track metido en el Gps, sacado de Wikiloc, la mochila, los geles. Lo tienes todo, pero te levantas ese día a las 5:30 de la mañana y llueve. Pero tú dices, joder que bien, así podré probar el agarre de las zapas nuevas, y además podré probarme en una situación adversa como me encontraré en Chamonix un día; y además probaré aquel cortavientos de 150 euros, que decía que era un impermeable cojonudo, con goretex, cool-plus, que abrigaba pero no empapaba y sobre todo de un color superllamativo. ¡Cómo me lo voy a pasar de bien!. Y no has visto que hace un día de perros y ni los pájaros ese día han sacado el pico del nido.

Pero tú, nada, dale que dale y subes, y bajas, y te mojas, y vuelves a subir, y vuelves a bajar, y te caes, pero no te duele; y vuelves a subir y vuelves a bajar. Estás en un momento de total delirium tremens, has perdido tu identidad, aunque pienses que la has encontrado; tienes momentos de subidón y de bajón; has visto las peores de tus miserias, y lo mejor de ti; y vuelves cansado a casa, cuando a lo mejor ni los tuyos aún se han levantado. En vez de venir con el periódico y una rueda de churros, vienes lleno de barro, dejando el salón de “grana y oro”, e incluso ya piensas: lo mejor sería meterme completamente en la ducha vestido y así a todo le quito, toda la mierda que trae del monte.
Ahí, justo ahí, has tocado fondo.
Lo peor de ti ha llegado.
Porque cierto es que has dejado en la ducha todo el barro que habías cogido, que te sientes incluso más relajado, pero es que realmente te da igual, en el fondo te estás bañando en tu gloria. Penoso, realmente penoso.
Incluso puedes tener casi neumonía, y dices, no: tengo que salir a correr para curarme o para de verdad ya morir en el intento
Yo pienso, que alguien tiene que ver la luz alguna vez, para intentar decirnos como salir de esta angustia que día a día te corroe, poco a poco nos consume, y que aunque nos obligue a ir un día al fisio, a tomar un ibuprofeno, incluso a estirar, no va a ser óbice ni obstáculo para justo al día siguiente tomar más droga, de la de volver a salir y correr hora tras hora.
Si analizáis este drogo-síndrome tiene todas las etapas:
  • Lo pruebas, te gusta, pero piensas que puedes dejarlo en cualquier momento.
  • Buscas emociones más fuertes, pero piensas que sigues siendo consciente de ello, y que no te vas a enganchar
  • Después mientes por ello a tus seres más queridos, por un entreno, por un material, por lo que sea.
  • E incluso pierdes la consciencia en momentos de entreno.
  • No comes porque has leído a fulano de tal, que es mejor correr sin comer;
  • O te atiborras de comida para que no te de un bajón, porque la última vez te metiste poco;
  • Y además luchas contra todo y todos, por hacer lo que a ti te da placer en la montaña, y no escuchas a nadie.
Chico, chica: "eres un drogata".
Eres un enganchao, y además tienes complicado el dejarlo.

Que parecido es todo, ¿¿¿verdad???

Un abrazo a todos esos enganchaos como yo, y que nos veamos algún día en un centro de desintoxicación montañera; "pero con 90 años de edad".
Emilio.