NUESTRO SENTIR

ENTRENAR LA MENTE Y LAS PIERNAS

Hay quien dice que somos deportistas solitarios, y seguramente tengan razón,  pero los entrenos solitarios son los que más te permiten entrenar la mente. Cuando corro en grupo solo puedo entrenar las piernas, pues al final vas de chachara con uno y con otro, y te concentras en la conversación y no en el entreno. Aunque de todo tiene que haber, es un placer compartir con los compañeros.
¿Cuantas veces has corrido solo y has ido ordenando ideas, pensamientos, proyectos?
Está práctica hace que tu esfuerzo físico y mental se reduzca de forma importante. Tu mente se concentra  y no va pendiente del esfuerzo ni del dolor. Cuando se llega al límite del dolor de piernas o del  cansancio , se puede hasta perder momentáneamente la cordura y la orientación. En ese momento te debes recuperar rápida, emocionalmente y decirte con una sonrisa: «una vuelta más»; «un paso más», «otro paso más, y ahora otro»; «una hora más»;  «otra subida»......
El dolor del cansancio no existe en nuestra mente, solo en nuestras piernas, con lo cual podemos eliminarlo y olvidarnos de él. Yo ralentizo el ritmo, no paro, recupero, aprieto los dientes y sigo adelante. Como dice un amigo de correrías, cuando se termina una carrera o un entrenamiento, solo te acuerdas de las buenas sensaciones, porque el dolor no se puede reproducir con el pensamiento.
Nuestro deporte es duro, más bien yo diría que muy duro, y debemos de tener la mente limpia para poder sufrir en la soledad más absoluta.
Cuando no sientes las piernas, tiene dolores estomacales, nauseas, dolor de cabeza, golpes, vómitos, etc, o cuando llueve, hace viento, o nieva, el secreto no lo busques en tus piernas, el secreto está en tu mente, en decirte a ti mismo, no importa, sigo adelante, he venido a correr,  y eso es lo que voy hacer.
Pero hay quien pensará, si al correr esas  largas distancias tienes estas sensaciones,: ¿dónde está el placer de realizar estas pruebas?
Pues es muy sencillo, si no lo pruebas nunca encontrarás el secreto, pues  el placer está en LLEGAR, porque LLEGAR ya es GANAR.