Estaba yo un día tan tranquilo en mi casa este mes de noviembre pasado, seguramente disfrutando del calor hogareño, o de la compañía de los míos, cuando recibí un correo electrónico del amigo J. Domenech, invitándome a correr en conmemoración de la "desvandá" que se produjo en el año 1937 por efecto de la Guerra Civil Española, y que iba de Málaga a Almería, por la N-340, bien llamada Carretera de la Muerte, por lo que ocurrió en ella.
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Del libro de Norman Bethune "The crime of the road Málaga-Almería" (1937). Las fotos son de Hazen Sise, asistente del Dr Bethune. |
En principio como culturilla me pareció una historia fascinante, aunque detestable, además se iba a celebrar por 4º vez, y este año era la conmemoración del 75º aniversario de aquella huida.
Inmediatamente empezaron a comentar todos los que estabamos copiados en el dichoso correo, que sí, que iban, que contaran con él, con su perro, y con su amigo. ¿Y dije yo?. joder esto tiene que ser importante, porque la gente se está animando, y además los nombres que empecé a ver eran de tíos que se visten por los pies, cuando se trata de correr un ultra: con lo cual me iba animando más.
Seguidamente me leí la historia de las víctimas que huyeron de Málaga en dirección a Almería, y de las penurias que esta pobre gente pasó, y todavía más me parecía que era un tema más que interesante para que tuvieran un buen homenaje.
Por favor escuchar esta entrada en la portada del Blog, es realmente escalofriante.
http://www.lopezcuenca.com/malaga1937/primera.html
Esta carrera-kedada no es más que un grupo de gente sensible con estos hechos, y que desean al menos que no se caiga en el olvido, un triste de tantos episodios que tiene nuestra pasada guerra civil
Quien desee conocer más en profundidad los detalles de esta huida, y cruda masacre, le adjunto enlaces donde puede ampliar dicha información, pero repito es de una tristeza y de una salvajada, que solo una guerra hace que este sinsentido pueda aún ocurrir en el siglo XX. Recordemos que muchos que huían eran mujeres, pero sobre todo niños, donde este triste capítulo les marcaría por siempre.
"Aprendamos del pasado, pues seguro que el futuro nos volverá a poner a prueba."
Pero, esto es un blog de trail, y sobre todo de ultra trail, pero sobre todo de deporte y gente sana, que comparte afición.
Bueno, pues siguiendo con mi relato, pensé que podría ser una buena forma para matar dos pájaros de un tiro: probarme en una carrera larga (digamos que larga), y así mismo hacer algo para que no cayera en el olvido la triste "desvandá": Y CONFIRMÉ QUE ACUDIRÍA.
¡Yo me cag..... en el día que le dí al ENTER!.
¡¡Pero como hice yo eso!!, - ¡¡En que estaba yo pensando!! -
Pero si a poco que cuentes 225 kms son 225.000 m. y estirando un poco más, casi 560.000 pasos.
¿Es que le hemos perdido el respeto a los números? Pues sí, esta locura se me metió entre ceja y ceja, y poco a poco la fuí preparando conjuntamente con mi nuevo trabajo, y sobre todo con mucho sufrimiento a ritmo de motor Perkins.
Bueno, pues ahí no queda la cosa, pues 3 días antes de la salida me entero, que algunos elementos que venían, se han ido cayendo poco a poco, seguro que sería como esa semana hacia frio polar, y además un viento de narices, los naipes de la baraja se fueron cayendo. Y ahí quedaron cuatro incautos, descerebraos y a-neuronales, que se plantan en Almería el día 3 de febrero del 2012, con ganas de correr hasta Málaga: ahí están mi querido Mark Woolley, Paco Eltziar, Juan Domenech y el pardillo que les habla Emilio J. Mi intención siempre era probarme en correr unos 120 kms, e intentar llegar como poco a Almuñecar, y si sonaba la campana y me encontraba bien, seguir hasta Nerja, o hasta Torre del Mar, o hasta.....????
¡No!, ¡hasta ahí, no!. Nunca estaría en mi pensamiento llegar hasta Málaga. Eso estaba muy lejos.
Para mí la noche empezó bien, por las prisas de los preparativos y la falta de tiempo miré los horarios del bus, pero llego a la estación tarde y me encuentro sin billete, rapidamente me voy a la estación de tren, y menos mal, encuentro un billete de los últimos que me puede llevar hasta mi destino: Almería.
En el tren existe un interesante jolgorio, pues está lleno de estudiantes que regresan a su casa después de estar matándose a estudiar por Pedro Antonio de Alarcón, Botellodromo del Hipercor, y demás bibliotecas científicas granadinas.
Una pareja va escuchando monólogos de Luis Piedrahita, y escucho uno que realmente hace que medio vagón se parta el pecho: genial, aquí lo dejo: lo del cambio de género de las palabras me parece de una naturalidad a prueba de madres.
Llego a ese pedazo de Hotel y me encuentro en la misma recepción a mis tres compañeros de penuria para ese sábado. Nos identificamos, y vamos a comer. El menú que comemos para cenar ya presajia algo grande: yo me tomo uns dignos macarrones, pero mis compañeros se comen un par de platos de migas y otro de paella; y si faltaba algo después un plato de asadura, otro de carne, con pan, dos jarras de cerveza estilo guiri, flanes, arroz con leche, etc. etc.
Cualquiera corría 10 metros después de aquello, pero claro, había que llenar las reservas.
La mañana como era de esperar amanece fría, muy fría, no hay más que vernos por la mañana temprano nada más salir del hotel.
Todos vestidos de amarillo pollo, reflectante y con un desayuno encima, la verdad es que parco en....?? Parco en todo, pues llevabamos tan solo un cafelito calentito que Mark había traido en su termo de la suerte: pero nada más.
Mis tres compañeros acojonan: el bueno de Mark tiene 7 UTMBs, Sparthalon, etc. etc... el amigo Juan D., alguna CCC, UTMB, Sparthalon, etc. etc. el amigo Paco Eltziar otros cuantos UTMB, y el pasado año el Tor de Geants, Además todos ya han corrido esta prueba con éxito terminándola incluso en menos de 32 horas. Y yo, el pardillo del grupo solo he corrido una CCC y 2 Madrid-Segovia, como pruebas de más de 100 kms, o sea, un autentico pardillo al lado de estos tres monstruos. Pero joder, o se aprende al lado de los grandes, o mejor se queda uno en casa viendo videos de Kilian.
Ahí arrancamos a las 7:00 en punto, de noche, con los frontales, dando el cante por el paseo del puerto de Almería, la poca gente que nos ve, pensará estos tíos que son?? ¿Unos empleados de la limpieza que han teminado su turno, se han quedado sin dinero y se vuelven para Aguadulce corriendo? O es que han bebido tanto en el frío botellón que quieren quitarse el frio corriendo?
¡¡Hay, si supieran ellos lo que estábamos dispuestos a hacer!!
Nos adentramos en la carretera, y el día va abriendose, un día precioso, claro, sin nubes, pero frío. Primera sorpresa, nos encontramos dos cabras monteses cruzando la carretera. ¿Pero esto que es Sierra Nevada o la costa de Almería? Si sr. dos cabras monteses perdidas y despitadas a menos de 5 kms. de "Almería D.F." Mirar en el centro de la fotografía.
Seguimos avanzando y pronto dejamos atrás Almería. Pasamos Aguadulce, siempre bien pegaditos al margen izq. de la carretera viendo los coches venir de frente.
Tengo que decir una cosa, salvo un coche en mi caso, dado que íbamos bien pertrechados de reflectantes y vestidos de todo menos de camuflaje, el comportamiento de los coches, camiones y buses ha sido ejemplar.
La carretera es completamente llana en su inicio, con pequeños badenes que hacen que cuando la dulce pendiente sube, hace que las piernas empiecen a entrar en calor. Ahí estamos esos 4 mosqueteros enfilando ya la recta de entrada al Ejido y divisando su torre estrella. Esa que ahora a todos los alcaldes tontos les ha dado por poner en la ciudad. ¿Pues no es mejor la monotonía e igualdad de alturas entre los edificios de una ciudad, que no, la exaltación de la torre emblema de una corporación decadente que solo pretende alta edificalidad, para altos ingresos en formato de licencias de obras??
El Ejido nos depara que estamos en el km 35 y llevamos solo 4 horas de camino. Paramos a reponer fuerzas, nos comemos media cafetería entre los cuatro en media hora, y nos ponemos rumbo a Adra.
Yo ya estaba haciendo mis cálculos, 4 horas 35 kms; 12 horas 100 kms; 24 horas 200 kms.....
¡¡Vamos ni loco!!, -Ese ritmo no es el mío-, cada vez me descolgaba un poco más de mis compañeros, pues el ritmo era duro.
Antes de llegar a Adra decidimos que nos debemos separar, yo no puedo ser un lastre y ellos no pueden ir pendiente de mí, cada uno a su bola y nos intentaremos ver donde sea. Sino nos citamos para "Los Bandoleros".
Es una pena, pues el separarme hace que no conozca prácticamente nada de sus vivencias, y de sus largas horas de correr.
Y ahí estoy yo, siguiendo un ritmo cómodo para mí, que me permite hacer muchos kilómetros sin cansancio alguno, y con una resistencia estilo Duracell.
Mi discurrir está lleno de anécdotas, pero la primera es una motivante y que te indica que tu reto queda lejos de ser conseguido.
¡¡Vamos algo motivante donde lo haya!!
Llego a Adra, y paro en una Gasolinera para coger algo de agua, y algo sólido, y me indican que si voy siguiendo a tres artistas vestidos de amarillo que han pasado como hace una hora. Lo primero que se me viene a la mente, es eso, ya quisiera yo seguirles para cogerles, pero, nada, yo a mi ritmo. Me hidrato bien, y acometo la parte ya del sábado tarde.
Se termina Adra, y empiezan unos pequeños pueblos como, Guainos, Alcazaba, etc..... Con lo lejos que yo había dejado ya Almería, y ahora un letrero me dice que sigo en la Alcazaba, está claro que mi discurrir no va bien, y ya tengo algún delirio.
Llego por fin a Granada provincia, y allí me para un indigena, y me ofrece un poquito de vino del lugar, que seguro que eso recupera. Me tomo un sorbito pequeño por no hacerle el feo al Sr., y justo pienso que ahí estuvo el secreto: -en ese vinillo costa, rosado, con mucho cuerpo, peleón y del lugar, que al menos me anima a seguir pateando la N-340-.
Este vinillo está de lujo, y la gente que me lo ofrece son realmente encantadores. Pero ahora empieza una parte dura, que es el paso por El Pozuelo, La Rabita, La Mamola, Castell de Ferro, y Calahonda.
Constantes sube y bajas, con la caída de la noche, y más frío si cabe. Paro en Calahonda para restaurar mis reservas que ya se habían agotado de la noche anterior, y me como un bocadillo de salchichón, con dos coca colas, que no se lo salta un fraile. Unido a un cafelillo de pucherete, que cuando lo tomo, creo que es un error.
En efecto lo es, antes de llegar a Carchuna tengo que parar otra vez, esta vez en la Gasolinera, pues tenía un leve retortijón trailero, que no me gusta, le indico a la Srta. de la misma si le puedo dejar la mochila mientras paso a dejar un Waypoint en la ruta (como dice Paco), y me encuentro al rato, que alguien está aporreando mi puerta y me dice: ¿se encuentra usted bien?, digo yo, ¿Porque lo dice?, -no, como llevas usted ahí un buen rato??
¡Un buen rato!, Joder me había quedado dormido encima de la taza. Esto, si supiera que este blog lo iba a leer alguien, no lo contaría, pero como nadie lo va a leer, que más da.
Rápidamente le digo a la chica, que no se preocupe que ya salgo. Salgo, doy las gracias, recojo sigilosamente mi mochila y salgo de allí por patas avergonzado, pero con una sonrisa interna de la que me iré acordando durante todo el reto.
Marcado el terreno y sabiendo que mi meta (Almuñecar), está más cerca, parece en ese momento que cruzo a otro umbral interestelar, se me termina la pila del frontal, la de la cámara de fotos y el móvil. Está claro que tuve que pasar por un campo magnético negativo, poque todo al mismo tiempo no puedo confluir simultaneamente. Y ahí me ves cambiando la pila del frontal; las otras sin posibilidad de recambio, hacen que la noche sea sin imágenes debido a la falta de baterias, diversas.
Paso Torrenueva, el desvío de Motril, la recta de Motril, que no es larga: ¡es recta!, joder que recta y que larga es. Ves Salobreña a lo lejos, y piensas que ya estás ahí, pero no, todavía te queda un huevo, y después el otro.
Me vuelvo a hidratar, me pongo todo lo que llevo encima, las n-capas, me tomo un cafelillo en la gasolinera, y empiezan las curvas hasta llegar a Almuñecar. Las escenas de la luna reflejada en el mar es espectacular, el mar en calma, la luna casi llena, el viento ligero, y pasando más frio, que alicatando un iglú.
Esa brisilla marina no te corta el cutis, te abofetea la cara.
Almuñecar está ya ahí, pero me encuentro bien, no voy cansado a pesar de los casi 120 kms que llevo en las piernas, y cometo la mayor tontería del mundo, decido llegar hasta Nerja.
¡Joder!, ¡Nerja!, pues no está lejos Nerja.
¿Que pensaba yo, encontrar allí a Chanquete??? Pero si para llegar a Nerja hay que pasar toda la Herradura con sus dichosas cuestas.
¡Hay, Nerja, que lejos está!, la noche da paso a la mañana, y el amanecer es de los más bonitos que he vivido frente al mar. Salvo por un detalle que no me abandonara en todo el resto de día. El viento de cara. Este me acompañara hasta el final.
Yo propongo a los organizadores de esta kedada que antes de decidir el sentido en el que se hace, por favor, mirad hacia donde va a soplar el viento. Es agotador, y realmente creo que hace que al menos recorras 1-1,5 kms menos, a la hora. ¡Que cuando son tantas horas, todo suma!.
El dia sale esplendoroso, reluciente, incluso hace calor, y apetece correr en manga corta. Llego a Nerja, y el desayuno en la gasolinera de rigor es apoteósico: 4 donuts, 1 zumo de naranja, y 2 cafes cortados.
Ahora está el siguiente error: ¿si he llegado a Nerja, porque no voy a llegar a Torre del Mar?, ¡Seré jilipuertas!, pero si yo iba a correr hasta Almuñecar, que hago en Nerja, y que hago pensando en Torre del Mar? Pues nada, o fueron los donuts, o fueron las ganas de hacer algo realmente diferente, o fue el hecho de volver a darle la mano a Mark, que se había despedido de mí entre El Ejido y Adra. ¡Como que despedirse!, pues ahora nos vamos a ver y además en Málaga, y ahí decidí que tenía que llegar, y que tenía que terminar en la puerta del Ayuntamiento.
De Torre del Mar a Benajarafe, no hay kms, hay un tirón de narices. Eso sí unos chalets preciosos, y ahora el Rincón de la Victoria.
¡Pero donde está el rincón!, Si aquello es recto, y largo; recto y largo, no tiene un rincón que te indique que vas a teminar por ningún lado! Se tenía que llamar La Recta de la Victoria, en honor a esa calle que la separa del mar.
Había ya cargado mi móvil, y me da por preguntar a mis compañeros que por donde van, y me dicen que por La Cala.
SUBIDÓN, SUBIDÓN, pero si eso está ahí al lao, a menos de 20 kms.
Otra jilipuertez. ¡ 20 kms!, ¡20 kms!, ¿y eso que es, cuando llevas ya 200 kms. según el GPS?. Pues, muchísimo. Y además tan recto.
Y ahí me ves encarando hacia La Cala, y recibiendo la llamada de mi amigo Elias, que me dice que me espera al final de la misma, y que a partir de allí me acompañará. Nunca podré pagarte, el beneficio que me hizo, ese poder hablar con alguien del ánimo en el que me encontraba, y que Málaga estaba cerca. Aunque cerca, ¡Un carajo!, seguían faltando 10-15 kms.
Los kms. que hay entre el Rincón de la Victoria y Málaga, os aseguro que no tienen 1000 m. tiene algunos más, son kms. larguísimos y rectísimos.
Justo paso por un túnel peatonal, donde hay una placa en conmemoración a las víctimas de esa gran barbaridad allá en el 1937.
Casi entro de día, pero la noche, y el viento de cara que sigue fastidiando, hacen que todo tenga al final, un final felicisísísímo. 225 kms, 36 horas 30 minutos y un fuerte abrazo de todos.
Ahí me encuentro a Paco con su hermano, con una pancarta de recibimiento.
Yo no merezco eso, de hecho soy en esto un recién llegado, eso sí, he venido para quedarme y para dar mucha guerra. En la puerta del Ayuntamiento recibo una llamada de Peri, la cual me hace una gran ilusión, pues me anima todavía más si cabe en ir consiguiendo más retos que miramos en 2012 y 2013. Gracias Peri.
Y muchos, ya se habrán olvidado de porqué el título de esta entrada del blog. Pues porque tan solo han conseguido terminar esta carrera 5 personas: Mark Wolley, Paco Eltziar, Fali El Coleta, Peri y Juan Domenech, y ahora el sexto, un servidor.
EL SEXTO "sin" SENTIDO,
pues si lo hubiéramos tenido, jamás nos hubieramos embarcado en esta maravillosa aventura.
Después toca volver a casa, me monto en mi autobús a las 9:00 pm, hacia Graná. y a dormir, que creo merecérmelo.
Gracias a todos mis chicos del Club que vibraron y me animaron a conseguir dar un paso, y después otro, y después otro para llegar a Málaga. De verdad, chicos, todos sois grandes, muchas gracias, os debo mucho de este logro.
Nos vemos, en las cimas, en las montañas o en cualquier sendero hermoso, pero con zapas de trail.