miércoles, 31 de julio de 2013

Vuelta al Monte Perdido

Después de hacer el trail del Aneto el año pasado decidí varias cosas, que este año haría cosas no competitivas para disfrutar más y que haría la vuelta al Perdido.
Así que un año más tarde, el mismo día que se corría el trail del Aneto, yo estaba empezando mi aventura particular, eso si, un poco antes. En la mochila, todo lo necesario para afrontar esta aventura con garantías, comida, agua, crampones, piolet…

A las 3:40am suena el despertador y aunque no he dormido mucho estoy lleno de energía, además había quedado con mi amigo Angel guarda del Refugio de Pineta que me iba a acompañar la primera parte de la ruta. 
Valle de Pineta

Salimos a las 4:10am dirección al lago Marmore. La primera parte es una locura, el río ha cambiado su curso destrozando caminos y si no llega a ser por el ojo experto de Angel hubiera perdido muchísimo tiempo allí, pero no es así y tras una tranquila y empinada subida, vamos ganando altura hasta superar los 1200m de desnivel que hay hasta el Balcón de Pineta(2550m), donde llegamos pasadas las 6 de la mañana y con las primeras luces del día lo que nos da una impresionante vista del valle de Pineta. 

Pasado el Balcón, ya se deja ver el Perdido, sería la primera vez que lo veía en el recorrido y ya me acompañaría toda la ruta. Aquí también es la primera vez que vemos la nieve, pero al no haber casi desnivel la podemos pasar si problemas y sin tener que usar los crampones. 
Vista del Monte Perdido desde Balcón de Pineta
Tras un ligero ascenso y siempre siguiendo las indicaciones de Ángel llegamos a un punto elevado desde el que se ve el lago de Marboré y la brecha.
Brecha de Marboré

Subida Ref Tucarroya
Bordeamos el lago, totalmente helado y subimos una empinada cuesta hasta el refugio de Tucarrolla(2666m). Por lo que me cuenta Ángel este es el refugio más antiguo del Pirineo, Henry Russell hizo adecuar una cueva bajo el Cilindro de Marboré en 1877, y después esto dio lugar al actual refugio. Entramos a ver el refugio y pillamos a unos montañeros levantándose, nos miran sorprendidos, no es de extrañar, son las 7 de la mañana. Charlamos un poco con ellos, pero seguimos rápidamente camino, no podemos perder tiempo, hay mucho que hacer todavía.

El descenso de Tucarroya, aunque se suponía el punto más delicado de la ruta, no resulta así, la nieve la podemos evitar y aunque empinado, no tiene mayor dificultad y vamos bajando hasta el punto en que me tengo que separar de Ángel, donde compartimos algo de comida y bebida.  


Nos despedimos con algo de emoción, supongo que el pensando en no dejarme solo y yo en que a partir de ahora me quedaba solo, con mi mapa y el GPS. El va de vuelta por el puerto de Pineta y de vuelta al valle, yo sin embargo tengo que seguir mi recorrido hacia el refugio de Espuguettes, siguiente paso obligado en la ruta. Mi ruta de primeras es un fácil descenso que hago corriendo y aliviado de ver que aun con el peso de la mochila puedo correr, eso si, sin pasarme, porque no quiero que me falten las fuerzas en la ruta, que es muy exigente. 

Subida al Collado Hourquette d’Alans
Tras una no muy larga subida, llego a un collado la Hourquette d’Alans  (2430m), donde encuentro los primeros franceses, tras un educado bonjour, sigo la bajada hasta el refugio de Espuguettes(2030m). Es en esta bajada cuando aprecio por primera vez la magnitud de la ruta que estaba acometiendo, cuando vi a lo lejos la brecha de Rolando. Llevaba casi 5 horas y no estaba ni cerca de la mitad de la ruta.


En el refugio de Espuguettes, me llama la atención que en la puerta hay un niño de apenas un año y un burro, pero resulta que el niño ha llegado en una mochila con un sufrido padre. Han pasado la noche y se disponen a salir de vuelta. Creando afición.

Circo de Gavarnie
Posando desde el Hotel Cirque de la Cascade 
Apenas si me detengo en el refugio y cojo la senda que sale de este. Transcurre por preciosos prados verdes llenos de vacas hasta que alcanzo el bosque, donde hay una bifurcación, cojo la senda de la izquierda que me lleva por una preciosa ruta bordeando unas empinadas paredes por las que en muchos puntos cae una refrescante agua. Esta parte la hago corriendo a buen ritmo y adelanto a múltiples grupos cargados con grandes mochilas, disfruto mucho esta parte y sin darme cuenta ya estoy en Gavarnie, en el Hotel Cirque de la Cascade(1550m). Me ha llevado casi 6 horas llegar hasta aquí y en mis planes estaba desayunar aquí, pero por más que doy vueltas, a pesar de ser las 10 de la mañana, esta todo cerrado, así que me pongo a comerme unos tristes frutos secos y me olvido de un buen bocadillo que era mi idea. Mientras estoy sentado allí disfrutando de la impresionante vista y de una de las cascadas mas grandes de Europa con casi 500m, veo a un chaval que llega y abre la cafetería, pero me dice que de cocina nada, que me coma un chocolate de los que tienen allí. Le pido una coca y me conformo con  mis frutos secos.

La Gran cascada de Gavarnie
Tras descansar un rato, empieza la siguiente parte de la ruta, sabía que era la más complicada así que enciendo el GPS y me dirijo hacía las cascadas, que maravilla de circo, por todos lados hay agua y eso se convierte en un pequeño problema, porque no es que para cruzar el río me fuera a mojar los pies, es que podía peligrar la vida del artista. Así que tras mucho mirar, consigo cruzar el río y coger el principio del camino de las escaleras hacía Sarradets (2587m). Voy contento, lo que se suponía un punto conflictivo lo estoy superando, el GPS me marca el camino, aparentemente voy por un camino, así que contento. Pero que equivocado estaba, la escala de la pantalla del GPS y la aparente lógica de una senda medio perdida, me hacen cometer el peor error y cuando quise dar cuenta estaba muy arriba, subiendo por una pared que solo era capaz de seguir hacia arriba, así que eso hice. En varios puntos consulté el mapa, pudiendo orientarme y viendo que subía por un barranco al pie del pico de Sarradets, pero que para nada era mi ruta. No voy a negar que hubo momentos en los que pensé que no salía de allí, pero finalmente y tras subir aproximadamente 1000m de desnivel llegué a unas partes en las que las paredes no eran tan verticales y me permitieron ir hacia la izquierda, donde ya tenía claro debía de estar el camino.   
Ref. Sarradets y Brecha Roland

Cerveza en Sarradets
Comida ref Sarradets
Fueron 3 horas de dura ascensión y de llevar todo el cuerpo en tensión, afortunadamente todo salió bien y conseguí encontrar el camino, pero para cuando llegué a la parte más plana, iba muy apajarado, pero ver el refugio al final del valle me hizo seguir, con la esperanza de comer algo. 
En el refugio, una chica española que trabajaba allí, me dice que el plato del día eran macarrones con chile, esto y dos cervezas me dieron la vida. No podrían haberme dado nada mejor, además era la 1 de la tarde.
Ref Sarradets y Gavarnie desde la subida a Brecha de Roland
Brecha Rolando subida Sarradets
La subida hacia la Brecha de Rolando estaba llena de nieve, menos una lengua de chino suelto, entre la nieve y el chino me decido por el chino y así subo hasta un segundo nevero que paso aun sin ponerme crampones ya que la huella estaba muy abierta y no había mucho desnivel. 

Desde Brecha a Gavarnie
Al llegar a la brecha, hay mucha gente poniéndose equipo, yo me pongo mi chaqueta, crampones y con el piolet en la mano, me lanzo al otro lado. Dudé en ponerme pantalón largo, pero al final no lo hice, menos mal que no tuve una caída.


El camino transcurre por la nieve en una ladera un poco expuesta, me alegro bastante de llevar los crampones y sobre todo el piolet que es el que me da más confianza. Mientras voy bajando veo el helicóptero de la Guardia Civil, desgraciadamente luego me enteré que una chica se había matado descendiendo de uno de los picos por los que yo pasaba por la base, la montaña a veces tiene sus cosas malas. En esta parte me despiste un poco y me fui hacia la base del Casco, pero solo me costo quitar y poner crampones y pronto cogí la ruta gracias a unos chicos que venían justo de hacer esa ascensión. 



Cadena pasamanos
La cómoda senda sobre la nieve, acaba bruscamente en una parte donde hay que asirse a las cadenas por lo expuesto de la ladera, la paso sin crampones pero al otro lado me los tengo que volver a poner, sigo ruta trotando sobre la nieve hasta que llegue a un colladito y desde allí veo por primera vez Goriz. Esta parte la hago casi entera trotando, el ver el refugio al fondo me anima mucho, desde luego no esperaba el espectáculo que vi al llegar. 

Marmota
En esta parte, me encuentro mucha gente a la que saludo y ellos me responden amablemente, veo varias marmotas que me hacen sonreír al verlas correr con sus peludos cuerpos. Esta parte la disfruto bastante, el piso te permite correr y la poca inclinación pero favorable ayuda bastante, aunque después de casi 12 horas las fuerzas no son las mismas.

Al llegar a Goriz, está en obras, con una caseta de obra como duchas y gente por todos lados, tiendas. Parecía un chill-out lleno de gente por todos lados tumbados. Tan mala es la impresión que ni me paro, paso de largo y sigo la ruta hasta el collado de Arrablo (2337m).
   
Valle de Ordesa
El camino al principio es bastante suave, pero llegando a un punto se empieza a complicar y el no haber parado en Goriz me empieza a pasar factura y hace que llegue al collado muy justito. Me tomo unos frutos secos sabor Tijuana que gusta llevar a la montaña, un gel y una barrita. Mi idea era llegar a la bajada final con fuerzas y para eso tenía que comer.
Valle de Añisclo

Esta ultima parte es impresionante, ves el valle de Añisclo a tu derecha y tu vas como por una repisa amplia con unas vistas impresionantes. Pasas la Punta de las Olas por la base y sin casi darte cuenta vas subiendo hasta el ultimo collado a 2736m. En este tramo hay múltiples cascadas que te mojan y te hacen ir más despacio, en un punto hay una cadena para descender una empinada roca lisa, que agarra más de lo que parece. Además me caen un pequeño chaparroncillo para ayudar a sentirme más seguro. 

Finalmente veo lo que sería casi el final, el famoso collado de Añisclo, esta era la única parte de la ruta que conocía y no tenía precisamente un buen recuerdo de el. Este es la parte de arriba de una de las paredes del valle de Pineta. 

Llegue al collado a las 7:30 y en teoría solo me quedaban 4km y eso si, 1200m de desnivel que bajar, mi idea era bajarlo trotando, pero pronto me doy cuenta que no iba a ser así, empiezo a bajar y las piernas ya van muy cansadas y los constantes saltos hacen que desista de bajar corriendo y que asegure bajando andando. Son más de 2 horas para hacer esta ultima parte y se convierte en la pesadilla que yo ya me temía. 

Cuando llegué a la base del valle, aun me quedaban cruzar el río tres veces en la que me mojé hasta los pantalones, pero que importaba, ya había llegado y me esperaba mi mujer, que me había ayudado cuidando a mis hijos y pasando un día de nuestras vacaciones sola, para que yo pudiera hacer la ruta y mis amigos, Alfonso, Maite y Diana que nada más verme me trajeron unas jarras de medio litro de cerveza que me bebí con gran placer.

Al final fueron casi 18 horas casi en solitario, para unos 50km y casi 4000m de desnivel positivo. Autentico disfrute y preciosas imagines. Desde luego volveré y espero que no solo.